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Necesitamos cirugía, no una curita

Publicado: 2012-06-19

En el Congreso han concurrido varios proyectos de ley que vienen siendo llamados “la reforma de pensiones”. Sin embargo, hasta ahora, no hay tal cosa. Tanto el gobierno como los grupos parlamentarios han vuelto a dejar pasar la oportunidad de hacer una verdadera reforma previsional. Aún hay una pequeña probabilidad de que Palacio, el MEF, la SBS o algunos congresistas asuman el reto y el liderazgo político necesario. Como en el fútbol, matemáticamente es posible.

Para empezar, la “reforma” planteada afecta sólo al Sistema Privado de Pensiones (SPP), que necesita a gritos ser reformado, pero prácticamente no menciona al estatal Sistema Nacional de Pensiones (SNP), el cual enfrenta problemas mucho más serios.

Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el SNP no le pagará pensiones al 65% de sus afiliados. El motivo es que, al no aportar por un mínimo de veinte años o no poder probar que lo han hecho, no tendrán ningún derecho a pensión. Esto ya viene ocurriendo hace años y explica buena parte de los más de 300,000 juicios abiertos contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), que administra el SNP.

Peor aún, el SNP está quebrado: lo que se aporta no alcanza para las pensiones que se pagan. El valor actuarial de la deuda previsional -es decir el tamaño del hueco futuro- sería de aproximadamente 50% del PBI. Este enorme hueco lo venimos financiando quienes pagamos impuestos y quienes no reciben el apoyo que requieren del Estado. El problema se viene agravando porque, como hemos mencionado antes (CD 07/03/2012), el SNP viene creciendo bastante más rápido que el SPP (ver gráfico). Se está embaucando escandalosamente a un enorme y creciente número de peruanos.

Es sorprendente que con frecuencia se caracterice a este fiasco como “mejor” o “más equitativo” que el SPP, sin dejar de reconocer las abundantes deficiencias de este último. Que no se destinen recursos públicos a un niñito desnutrido crónico, hijo de una madre soltera de una zona altoandina, por pagarle su pensión a un funcionario público “nombrado” es grotescamente injusto, sin dejar de reconocer que dicho funcionario merece una pensión.

Los defensores del SNP parecen no ver el elefante en la cristalería que representa el insostenible sistema público actual. Esta ceguera es más malicia que ignorancia, por la forma en que se esta manejando la supuesta reforma en el Congreso. Se está buscando aprobar el proyecto de ley vital para la economía y el sistema previsional, sin pasar por la Comisión de Economía.

Lo indispensable es reformar verdaderamente el SNP y a otros sistemas estatales que simplemente no son viables, además del SPP. Para ello, lo ideal sería un solo sistema de pensiones para todos los peruanos. Un sistema viable y competitivo, con regulación eficiente y no la actual regulación costosa, inefectiva y hasta peligrosa para las pensiones de los afiliados.

Con el argumento falso de que se reducirán las comisiones se está por aprobar un proyecto que no cambiará los problemas de fondo ni del SNP ni del SPP, tardará mucho en operar, no bajará significativamente los costos y no mejorará la rentabilidad para los afiliados. En lugar de cambios radicales para promover la competencia y mejorar la rentabilidad, el MEF insiste en el agüita tibia de la licitación de nuevos afiliados y los supuestos defensores del consumidor proponen que se le cobre dos veces a los afiliados (CD 23/06/2011). El sistema previsional requiere cirugía mayor pero nos están proponiendo una curita.

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Análisis económico y acerca de políticas públicas